sábado, 31 de mayo de 2014

Intrahistoria (LV): Can Vies

Se escuchó y se vio al Señor Alcalde caminando de rodillas tras un nutrido grupo de alborotadores, manos en alto entrelazadas y suplicando. Lo que, por supuesto, no dejó de maravillar al votante local, poco acostumbrado al deseo de negociar del poder.
«Venga ya, muchachos, muchachas; solo es una casucha», dijo el regidor. «No vale nada. ¿Es que no tenemos bastantes puentes en la ciudad para que los podáis poblar? ¿No os parecen lo bastante acogedores? ¿Muchachos, muchachas? ¿Me apagáis eso ya?».

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