viernes, 7 de febrero de 2014

Intrahistoria (XXIV): Muerte en Ceuta

Acorralado por las circunstancias y el olor a sangre fresca, que volvía frenético al cuerpo nacional de interrogadores y curiosos, el Ministro se vio obligado a una improvisada comparecencia, una de circunstancias. Incluso olvidó dar los buenos días. También el número exacto de cadáveres; tuvo que hablar in abstracto, especialidad política.

«Les prometieron, ehm, les prometieron una vida mejor y, claro, ellos, pues, la van a tener… Allí, allí arriba, donde los ángeles… O donde vayan estos africanos».


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