viernes, 26 de abril de 2013

La constante


Siempre es así, y tiene que serlo. Explico minuciosamente a mis alumnos que es imposible viajar hacia atrás en el tiempo, que es mejor que olviden ideas trasnochadas. Los abrumo con argumentos físicos imposibles de rebatir. Les corto las alas en apenas hora y media. Y en ese tiempo se convencen de sobras. Les disuado de una idea tan disparatada. La resistencia es mínima e inconsistente. Siempre es así, siempre se convencen todos, sin fisuras, obedientes. Menos yo, que me escucho atentamente, nublado el rostro por la duda, y noto algo en el pecho que me impide alzar la mano en el turno de preguntas.
Creo, porque tiene que serlo, que siempre es el orgullo.

2 comentarios:

  1. En esas debe andar dios, convenciendo pero no creyéndose a sí mismo... Un abrazo.

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  2. ¿Que otra cosa podría ser si no es orgullo por la propias palabras?

    Muy buen relato, muy bien construido.

    Saludos!

    J.

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